MEMORIAS DE DIÓGENES
EL GRE
A mi Tonel se acerca mucha gente, para pedirme
consejos. En realidad no buscan consejos sino que yo les tranquilice la
conciencia respecto a las estupideces que de todos modos están dispuestos a
cometer. Es decir, pretenden que yo les diga que está bien lo que está mal y
que es recto lo torcido. Viendo, pues, que
se trata de estúpidos que no logran escapar de la mediocridad y que buscan
acomodarse en el sistema a como dé lugar,
suelo darles este hermoso consejo:
Haz el ridículo, pues eso cuadra a tu naturaleza,
como lo puedo notar. Haz el ridículo, que eso despierta simpatías, te genera
relaciones convenientes y te multiplica el número de las amistades. Además, cuanta mayor ridiculez muestres,
mayores probabilidades de que te atribuyan alta inteligencia, pues el mundo de
hoy no es de los inteligentes sino de quienes aparentan serlo.
Hazte invitar a la televisión dispuesto a realizar maromas, contorsiones y unas cuantas
payasadas, y seguramente te lloverán las ofertas de trabajo. Di allí cualquier
bobada, pero di algo, pues de eso se trata: de parlotear, no de expresar
verdades. Hasta es posible que te
contraten en el mismo canal, donde podrás desinhibirte hasta el extremo, sin
vergüenza alguna, ya que puedes estar seguro de que serás apreciado por
televidentes tan estúpidos como tú, de esos que se alelan y complacen viendo y
escuchando tonterías, mientras se empanzan de patas fritas.
Afíliate al GREMIO UNIVERSAL DE LA RIDICULEZ, y tu
futuro estará garantizado.
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