CONSOLATOR
- ¡Allá, allá¡-
Por aquellos días, cuando Atenas
más hervía en el trajín de los diarios intereses y de las mezquindades más
nimias, fuimos al mercado de las yerbas, en el centro de la ciudad, a comprar cariaquito
morado, para espantar la mala racha gubernamental.
De pronto se formó un tumulto.
- ¡Allá, allá¡
Alguien dijo que un loco,
perseguido por los policìas, se ocultaba entre los árboles del “El Calvario”.
En la cima del monte atisbamos la
figura de un hombre de destacada estatura y larga cabellera que el aire batía.
Comenzó a dar voces y a llamar a la gente con
gritos y manos.
Algo nos arrastró hacia èl. Al
igual que muchas personas, trepamos hasta quedar en ubicación adecuada para
escucharle. Y él como si imprecase a la propia vibración esencial del cosmos,
exclamó con clara e inteligible voz:
-Saltad de
gozo los que andáis pelando bolas, porque los prepotentes se apiadarán de vosotros.
-Saltad de
gozo los que andáis sobrecargados de arrecheras, porque seréis consolados por
un gobierno eficiente.
-Saltad de
gozo los que sentís en el estómago pelotas de plomo derretido, porque seréis
saciados.
-Saltad de
gozo los que tratáis de estirar el salario hasta la desproporción de los
abusos, porque seréis compensados.
-Saltad de gozo los que
peregrinais como mendigos, todos los días, en busca de los alimentos màs elementales.
-Saltad de gozo los que...
...Tiros, gritos, gases, carreras,
idas, regresos, rodeos, mentadas, revueltas, revuelcos, cascos, peinillas...
El hombre desapareció como
succionado de lo alto. Dicen que era James Bond, filmando otra película . Dicen que un hippie rezagado. Sólo yo sé que era el falso Jeque Konsumama
Kamachutra, quien había regresado para burlarse de nuevo de los gobernantes y
de los políticos de Grecia.
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