MEMORIAS DE DIÓGENES
“SÓLO APARIENCIAS”
Entonces, motivados por unos cuantos dólares, “Los Complacientes” decidieron sumarse al holgorio de los espejismos armado por el gobierno de Grecia, integrado por la crema más espumosa de esputos y detritos en toda la historia del país...Y fue que, para mantener la tónica de negarlo todo, pretendiendo ocultar los gruesos y terribles errores y los grandes latrocinios y la gala de la más torpe y criminosa administración, perpetrados por los gobernantes, los asalariados se entregaron a la tarea de ir casa por casa a convencer a los ciudadanos de que lo que veían, padecían y entendían como “malo”, no era “realmente una realidad real”, sino “sólo apariencias, espejismos”.
Uno de los ejemplos más palpables y elocuentes, era el relativo a la salud...para no referirme a otros diez mil problemas multiplicados por mil...
En efecto, en los hospitales, ante las cámaras de televisión, los mercenarios aseguraban que aquel amontonamiento de personas en los pasillos, a la espera obvia de atención médica, eran “apariencias de enfermos” que “realmente” habían concurrido a dar muestras de salud; y que los gritos y los gemidos eran manifestaciones de alegría, no de dolor ni de tristeza, y que la vehemencia del llanto no era sino el “bello stile” que su sensibilidad artística buscaba expresar.
Por supuesto, siguiendo el juego en ese mundo de ficciones y engaños, todos aparentaban creer tales patrañas...menos yo, que se las dije claras...
“SÓLO APARIENCIAS”
Entonces, motivados por unos cuantos dólares, “Los Complacientes” decidieron sumarse al holgorio de los espejismos armado por el gobierno de Grecia, integrado por la crema más espumosa de esputos y detritos en toda la historia del país...Y fue que, para mantener la tónica de negarlo todo, pretendiendo ocultar los gruesos y terribles errores y los grandes latrocinios y la gala de la más torpe y criminosa administración, perpetrados por los gobernantes, los asalariados se entregaron a la tarea de ir casa por casa a convencer a los ciudadanos de que lo que veían, padecían y entendían como “malo”, no era “realmente una realidad real”, sino “sólo apariencias, espejismos”.
Uno de los ejemplos más palpables y elocuentes, era el relativo a la salud...para no referirme a otros diez mil problemas multiplicados por mil...
En efecto, en los hospitales, ante las cámaras de televisión, los mercenarios aseguraban que aquel amontonamiento de personas en los pasillos, a la espera obvia de atención médica, eran “apariencias de enfermos” que “realmente” habían concurrido a dar muestras de salud; y que los gritos y los gemidos eran manifestaciones de alegría, no de dolor ni de tristeza, y que la vehemencia del llanto no era sino el “bello stile” que su sensibilidad artística buscaba expresar.
Por supuesto, siguiendo el juego en ese mundo de ficciones y engaños, todos aparentaban creer tales patrañas...menos yo, que se las dije claras...
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