MEMORIAS
DE DIÓGENES
NO SE LA
COMAN
Vino a mí
un grupo de los empinados. Vinieron
con furia desatada, que rompía con su clásica culiapretadez y su falsa
compunción. Querían reclamarme por lo que dije de ellos en la prensa. Me
amenazaron con voces agoreras. Pero yo lo único que les espeté antes de
aventarlos del Tonel con el mayor desprecio, como que idian la verdad, fue
esto:
-Si no
les gusta, no se la coman...pero de ningún modo guardaré silencio...
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