LOS
AMANTES DE SOFÌA.
EN LA ACADEMIA.
PLATÒN Y ARISTÒTELES.
EL PROBLEMA DE LA FILOSOFÌA, HOY.
-Dime, Aristòteles,
el màs aventajado de mis alumnos: ¿cuàl es el problema fundamental de la
Filosofìa, hoy? ¿Serà el problema cosmológico
o el antropológico? ¿El antropofatìdico o el antropofágico? ¿El ser o el
parecer, el simular o el disimular? ¿La vida o la muerte? ¿La muerte-vida o la
vida-muerte? ¿La alegría de vivir o el aburrimiento existencial? ¿Lo estàtico o
lo estìtico?
-Amigo y maestro
Platòn: el asunto fundamental de la Humanidad, hoy, en todas las latitudes, es el problema antropocògito…
-¿Antropocògito?
Disculpa, pero ¿no será el antropológico?
-No, Maestro: el problema del desempeño…
-¿El desempeño?
-Sì,
Maestro… y es algo tan esencial, que si tu desenvolvimiento no es pleno,
absoluto, radical, “extasìfero”, paradisìaco, bàquico, tanàtico, dionisìaco, quedas
descalificado de tal forma, que, cuando se riegue la voz –que sin duda habrá de
regarse por tuìteres y demás entrepituras-
se te considerarà todo un culì, un
paria, un recogedor de cacas en la escala brahmánica…por muchos libros que haya
parido tu entendimiento…
-¿Tanta es la
exigencia, Aristòteles?
-En efecto…Basta
como ejemplo el diario-agenda que una
ociosa y viciosa actriz norteamericana lleva de su “región sureña”…
-¿De
allà abajo?
-Exactamente…màs
abajo del paralelo 38 y al norte del paraíso…
-Francamente,
no entiendo del todo, claramente, lo que dices. Pareces un peri-patètico…Dime,
en dos platos, cuàl es el tal problema
antropocògito, fundamental para nuestros tiempos…
-Pues aquí lo
tienes en un plato, Platòn: hoy, el problema fundamental de la Filosofìa, en
todas las latitudes, es la cuestión de quièn se desempeña mejor en la cama…Tu Academia
y mi Liceo, asì como las universidades y los centros de investigación
cientìfica, han pasado de moda: ahora la
cama es, no únicamente el mueble màs còmodo del hogar, sino, màs aun, el teatro
de operaciones de mayor relevancia, aquí y en China, para tirios y troyanos,
para escribas y fariseos, para cristianos y musulmanes, para los chitas y para los
peritas, para los blancos y para los negros, para los de izquierdas y para los de derechas…
-¡Quièn iba a creer!
¡Y pensar que los presocráticos, y tù y
yo, nos estuvimos rompiendo el coco buscando la causa causarum del ser y del no ser…Y la res estaba tan cerca…
-Sì. El ontos màs cerca que el Helesponto…No
era necesario elevarse a las estrellas, sino simplemente, mirar hacia abajo,
donde està la realidad…
-Eso nos pasò por
“platónicos”…
-Y nos lleva a la necesidad
de reescribir nuestras obras desde alfa hasta omega, porque hoy màs audiencia tiene
un pícaro sexoparlante que un sabiondo bebedor de caldos de pichòn…O filosofizamos
el sexo o sexualizamos la sabiduría…Si no, sòlo quedaràn de nosotros las moscas
y la nada…
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