Regurgitaciòn política. Es el regreso
imprevisto, sorpresivo, de un tema, asunto o problema, a la memoria y
preocupación de un político que juraba haber superado determinadas situaciones
comprometedoras, conjuràndolas para siempre, pero que retornan con mayor
virulencia.
La regurgitación política ha sido
causa de muchos infartos. Por ejemplo, un
político que hizo de las suyas hace veinte años, cuando era Ministro de
Finanzas, pero que ahora, cuando ejerce la presidencia de la Repùblica, siente
que el mundo se le viene encima, porque han descubierto ciertas pruebas
comprometedoras según las cuales, haciendo uso de testaferros, había adquirido
mediante expedientes non sanctos, determinadas propiedades en otro país.
La mejor cura contra la
regurgitación política podrían ser las leyes anti-corrupciòn si fuesen
aplicadas sanamente. Pero, esto no sucede, porque todo se reduce a una cadena
de favores negros. Hasta que, a su vez, les toque regurgitar a los alcahuetas
de hoy, por haber encubierto, en su momento, a un Presidente corrupto.
En fin, lo mejor contra la regurgitaciòn
política es el bicarbonato. Pero, no para que lo tomen los polìticos sino su
vìctima: el país…
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