MEMORIAS
DE DIÓGENES
LOS RABOS HIRVIENTES
Alguien
pasó por mi Tonel y me refirió, sin sorpresa,
que el “Consejo por el Diálogo y por la Paz” se había reunido
infructuosamente, como siempre, porque en realidad esa gente utiliza la
institución para divertirse, darse suculentas empanzadas, beber buen whisky y
darle a le lengua...Todo por cuenta de “los contribuyentes”, quienes
contribuyen sin querer al sostenimiento de una farsa...
En
la reunión que acabó frustrada –agregó mi informante- los sujetos se reunieron
durante largas horas, pero cortaron abruptamente la perorata, acordaron la
fecha para reunirse de nuevo, afilaron negociados particulares secretos, y se
largaron con el rabo en brasas de tanto asiento, como les ocurre a los taxistas
o “profesionales del trasero efervescente”, que pagan sus quejumbres y
dolencias con el irrespeto a los clientes, dándoles malas respuestas.
Por
todo eso les digo a mis queridos amigos: cuídense las almorranas. Porque las
almorranas son culpables de muchos homicidios...incluso de suicidios políticos,
como en el caso del mono del cuento, que se ahorcó en la rama de un totumo,
despechado porque no fue presidente... En
el país de los simios cualquier mono es aspirante...Y, con razón, porque también el derecho a la añoranza está
en la lista de los flameantes derechos humanos.
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