TONELADAS
DE DIÓGENES
POBREDIABLO,
EL REMENDÓN.
Una
madrugada, Pobrediablo, el diablo más desmirriado del pozo infernal, salió al
mundo, para ir de puerta en puerta ofreciendo servicios no solicitados, de
ZAPATERO remendón. Quería salir de abajo ganándose unos cuantos dólares,
demostrarse a sí mismo y a los demás que no era un ser tan tan mediocre como
había demostrado serlo, labrarse fama de bueno y desprendido, y coserse en el
trasero el Parche de la Paz. Pero la
tela del parche era nueva y más fuerte que el tamizo de las licras, por lo que
le quedaron las nalgas peladas, para burla y risa de la Humanidad...
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