MEMORIAS
DE DIÓGENES
TRES
MOSCAS EN BUSCA DE CACAO
¡Las
cosas que ocurren en esta patria mía, la tierra de los Siete Sabios, del casto
Sócrates y del elevado Platón!
Tres
moscas desocupadas y cesantes salieron a buscar basura. Desocupadas, porque, no
tenían algo más útil que hacer ni cómo entretenerse. Cesantes, porque el dinero
robado al erario público cuando fueron gobernantes, y el proveniente de
negociaciones y entregas efectuadas debajo de la cama y aun con traición a la
patria, se les estaba agotando, por lo que decidieron ofrecer sus servicios al
mejor postor, más aun cuando, habiendo fracasado rotundamente en sus
respectivos zarandeos, habían perdido toda esperanza de que pudieran revivir
sus cadáveres...
Las
tres coprófagas coincidieron en el principio fundamental del pragmatismo, de “unir lo útil a lo agradable”. ¿Y qué más
agradable para una mosca que degustar una plasta bien plantada? ¿Y qué mejor
sino la resonancia de la fama que acompaña a las “buenas obras de la paz”,
aunque se trate de una “pax romana”?
Por
ahí anduvieron revoloteando. Aquéllos que, en esta Grecia mía, amaban las moscas y
sus hábitos asquerosos, las buscaron y se unieron a ellas. Dicen que la
asquerosidad alcanzó para todos. La
aprovecharon y les redundó en salud, gracias a los dioses...
0 comentarios:
Publicar un comentario