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lunes, 2 de noviembre de 2015

EL DICCIONARIO DE DIÒGENES EL OLFATO POLÌTICO





EL DICCIONARIO DE DIÒGENES
EL OLFATO POLÌTICO


OLFATO POLÌTICO.
Utilidad y resultado  de las dilatadas narices con las que el Diablo dotò a esos especímenes  llamados polìticos. Estas narices pueden ser de longitud màs que pinochesca,  por lo que su dueño se apresura a reemplazarla por una nariz de apariencia decente, sin abandonar el largo perfil, siempre necesario. Pero, no obstante las rinoplastias màs refinadas y costosas, para lo cual les sobra dinero, la nariz etèrica permanece por siempre y hace de las suyas mejor aun que  si estuviese la longaniza física, porque ahora cuenta con la ventaja de las incursiones invisibles y ubicuas. Porque, después de que el bondadoso bisturí decapita lo sobrante, la nariz invisible centuplica su poder entromitente y husmeador, con el añadido de que se ramifica, tomando cada segmento hacia lugares convenientes, donde el interés del político se vivifica. Ello les hace posible incursionar hasta en las alcobas de los contrincantes e incluso captar olores extraplanetarios.

Asì, pues, aunque el olfato y el tacto político suelen trabajar unidos,  no pocas veces el olfato se adelanta haciendo proyecciones y cálculos, financieros  o no, hendiendo hasta  los rincones màs remotos, para captarlo todo, para preverlo todo. De manera que cuando el tacto político llega, lo hace sobreseguro, porque el olfato le ha remitido los datos con la debida anticipación.

Debido a las ventajas del matrimonio olfato-y-tacto político, los polìticos jamàs quisieran desprenderse de estos recursos extraordinarios, pues ellos otorgan mayor valor pràctico a las consideraciones pecuniarias y bursátiles, que a los propios títulos universitarios y menos aun  a las incòmodas exigencias de “los tales valores èticos”, que el modesto maestro Maquiavelo tanto despreciaba.

Ellos tienen muy presente la frase de ese maestro : “Si quieres ser un político Aalfa1, los interiores cagados, a la lavanderìa. Las quisquillosidades  de la Moral, al estercolero”.

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