EL BARRIO
Al oeste de Atenas y en
la jurisdicción de Kattiópolis, el barrio “Los Mamónides”. Respira, jadea, hambrea, padece, desfallece, se
arrecha, gime y piensa. Lamenta
reconocer que se reduce a una maraña de calles que al poco
de nacidas, mueren asfixiadas por otras que a su vez pronto llegan a su fin.
Semiciudad de laberintos de un azar casi diabólico. Enredo que desafía la
orientación y la vida. Cuánto daría por
librarse de estas escaleras y caminos cortados de pronto por el desconcierto del rumbo.
Rincones helados de silencio, donde la muerte puede
danzar en cualquier momento. Centros callejeros de zagaletones, donde se
ingiere licor y drogas, se mata el tiempo y se planifican fechorías.
Y parece hacerse eco del
temblor de los moradores decentes: madres con ristras de hijos demacrados
y mugrientos, de sendos padres que se dieron
a la fuga; adolescentes inmersos en la tentación y para quienes sólo
subsistir es suficiente; obreros que en las madrugadas del miedo tienen que
enfilar hacia los centros de trabajo, si se cuenta con la suerte de tener un
empleo; nuevo acento del miedo para el regreso, en la semiclaridad de la luna,
en avance hacia la muerte posible.
En fin, lamenta ser lo
que es: covachas
como aplastadas de antemano por el puño de una construcción ebria y emergente.
Montañas y esteras de basuras. Nube de moscas. Zigzagueo de ratas. Aguas
pestilentes que discurren con toda libertad, pugnando por penetrar en los
ranchos y en todo caso humedeciendo en
miasmas los pies del transeúnte. Molienda sin fin de las mil hambres sin
nombre. Permanente temor de los humildes, por riñas callejeras, a tiros o a cuchillo;
por el derribar de puertas y la irrupción ebria y abusiva. Perenne llamado de
la muerte con sonaja de voces y de
huesos. Reino de la inseguridad, la zozobra v la penuria.
BARRIO “LOS MAMÓNIDES”:
NUESTRA MAYOR
VIRTUD,
SOBREVIVIR.
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