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viernes, 26 de febrero de 2016

MEMORIAS DE DIÒGENES DIÀLOGO EN EL ÀGORA LA FACHADA



MEMORIAS DE DIÒGENES
DIÀLOGO EN EL ÀGORA

LA FACHADA


-Deseo que todo se arregle para que se solucione
-No entiendo lo que me dices…Si algo se arregla significa que se soluciona… Arreglar y solucionar son sinónimos.
-No es tan simple amigo. Hoy dia la sinonimia ha perdido terreno. Ahora lo que reina es la antonimia, matizada por el interés del interlocutor, quien arrastra el significado de la palabra hacia el terreno que màs le convenga,
- Seguramente son cosas de los sofistas
-De los sofistas y de quienes màs se les acercan: los polìticos…
-En ese  ámbito, entonces, ¿còmo me explicas la diferencia entre arreglar y solucionar?
-Muy sencillo: arreglar es pintar la fachada de la casa, disimular los baches de las paredes, cubrir todo asomo de fealdad y darle mucho brillo. Finalmente, el colorete…Sin embargo, eso arregla, pero no soluciona. Porque los baches, las grietas, las imperfecciones, siguen estando ahì, no se extinguen, no desaparecen realmente. Sòlo dejarìan de existir si cambiasen las paredes y las puertas, porque mientras sean las mismas, viejas y deterioradas por el tiempo y por el uso, todo seguirà igual debajo de las apariencias.
-Entonces Platòn acierta cuando dice que este Mundo es un mundo de apariencias.
-Claro que acertò, y tanto, que extendiò el concepto de apariencia al campo de la conducta humana…ahì tenemos a los hipócritas, a los traidores, a los demagogos, a los falsos patriotas y a los malos gobernantes, que lo son también los “dictan” y desgraciadamente “duran”, es decir, los dictadores.… Tambièn lo extendiò a propio Estado y al Derecho.
-¿Tanto asì?
-Sì. Por esto  justifica que  el Estado utilice las mentiras que considere convenientes a sus fines…
-Etonces, según èl, ¿el Estado tiene derecho a embadurnar la verdad y pulir la mentira?


-Exactamente, el Estado puede recurrir a la pintura de las apariencias para ocultar los baches, las grietas y hasta los grandes agujeros negros y las cagadas màs descomunales.
-Segùn ese principio del ocultamiento y de la mentira, supongo también que la ley cae bajo este dominio…
-Ciertamente, ciertamente. Y la ley màs todavía, porque sirve a los intereses de los polìticos, amantes de las cortinas, los polvos y las pinturas como ningún otro mortal…
-¿Mortal?
-Si. Mortal dije. ¿Cuàl es el problema?
-Por un momento dudè. Creì que habias dicho moral, no  mortal
-¡Ah, no, amigo! Eso no lo diría jamàs…En ninguna circunstancia confundiría mortal con moral tratándose de los polìticos, porque los polìticos son mortales, no morales…El político que un dìa caiga en la tentación de ser moral, dejarà de ser político, dejarà de estar muerto.
-¿Por què dices que los polìticos son muertos?
-Porque pocos polìticos siguen viviendo después de muertos. Estàn muertos mientras viven y siguen muertos después de vivos…Porque están muertos para la verdad, y viven la muerte de las apariencias, de la conveniencia, de los intereses. Por ello se afanan porque se oculten los baches, las grietas y los huecos…y porque el palacio del Estado y el cubo negro del derecho, luzcan pulidos y brillantes, aunque no sean sino sepulcros llenos de podredumbre…si bien a los polìticos no les conmueven los cadáveres ni les afecta la putrefacción, pues su olfato es connatural a esas realidades…
-Me asombra cada vez màs tu sabiduría. Por eso me agrada tratar contigo y gozar de tu amistad…pues debo decirte que no es algo frecuente tener amigos que al mismo tiempo lo sean de verdad y unan a la sinceridad la sabiduría.
-Te comprendo. Tambièn a mì me suele ocurrir: lo que encuentro por ahì son pinturas y fachadas de amigos, no amigos verdaderos y, para colmo, no sabios sino sabiondos, sembrados de grietas y baches…
-Pero, ¿acaso no son sinónimos sabiondez y sabiduría?
-De ningún modo. Serìa como confundir hediondez con aroma. Los sabiondos hieden, aunque traten de disimularlo. Y asì como disimulan la fetidez, simulan sabudurìa. Pero su sabiondez también es apego. Se apegan a los conceptos. Le disgustan los cambios. Tienen su vida hecha, y no quieren perturbaciones. Han venido al mundo con comodidad, viven en la comodidad y seguramente morirán en la misma forma y descansaràn plàcidamente en un féretro confortable, como les agrada a los cadáveres que han pasado la vida perfumados.
-¿Tienen apego a las leyes?
-Como los que màs. Si son profesionales, no quieren cambios, evolución…De las novedades no les interesan sino el dinero que les puedan extraer…
-Entonces, ¿para ellos todo debe cambiar, pero sin cambio?
-Asì es, asì es…

martes, 16 de febrero de 2016

MEMORIAS DE DIÒGENES LOS EMPINADOS DEL ÀGORA





MEMORIAS DE DIÒGENES
LOS EMPINADOS DEL ÀGORA

Yo los aguardo aquí, frente a mi Tonel. Pero no se acercan. Permanecen lejos, cuchicheando, sembrando cizaña, despotricando, dándoselas de valientes, sabiondos y circunspectos.

Son engreídos y portentosamente aventados. “La” comen a manos llenas…pero, sin embargo, se las suenan de finos, se acicalan como los cerdos, y en estúpida compensación  caminan empinados, como si no quisiesen tocar el suelo ni con la punta de los dedos…

Se perfuman con profusiòn, hasta el empalagamiento, y se cepillan con afán sus lustrosas cabelleras, que gustan dejar libres al sol y al viento, para que les ondeen como banderas.

Se pulen los zapatones con las tùnicas y hacen uso estruendoso de las escupideras y otros embudos que portan tras ellos sus esclavos, siempre numerosos, pues, hijos de metecos venidos a màs, tienen tantos sirvientes  cuantas  necesidades.

Presuntos angelicales, sus alas son dos bombonas de gases, que les elevan hasta las nubes como astronautas desbocados; les provocan risas raras, redobladas y rabiosas,  y les aflautan la voz, provocàndoles orgasmos espirituales de octava generación, pues son fervorosos creyentes y asisten religiosamente al Templo de Afrodita Pandèmica.

Obviamente, son hipócritas centuplicados, de aquèllos que fingen desprendimiento de los bienes terrenales, bajo lo cual arman negocios truculentos y de baja ralea.

Pasan frente a mi Tonel, pero no miran de frente…sino de reojo…como los cobardes…

Los he retado a debate, para que discutamos en el Àgora ciertos asuntos de Filosofìa Ramplònica, que es su especialidad…pero miran hacia otro lado, como si no escuchasen mis palabras…

Comentan en voz baja que no se prestan a debatir conmigo, porque no soy filòsofo graduado ni he escrito longanizas con yodo sudado…no tengo títulos…no tengo rango académico, carezco de pedigrí intelectual, mi  sangre es de color bermejo,  y vivomuero en un pote que ayer nomàs fue de basura…
Ciertamente, lo admito, no soy un intelectual…sòlo procuro, a falta de cerebro, pensar con el corazón…

Para ellos soy un pordiosero devaluado, convicto  de falsificar moneda, a imitación de mi padre, lo cual me granjeò buena fama, pero también el destierro...

Rehuyen a debatir conmigo, porque –dicen-  no quieren rebajarse ante mi insignificancia…pretexto bajo el cual ocultan una carga formidable  de cobardìa…porque no tienen argumentos…

Yo les he enviado mensajes de incitación, reto y consuelo…y les digo:  “vengan al debate…Como mi valer es nulo y carezco de infusiones acadèmicas y sinapismos protocolares, ustedes podrán lucirse revolcándome en la derrota y enalteciendo su prestigio…Su camino será fácil, será fácil su victoria…porque, como Sòcrates, soy un  ignorante mas grande que el Boreo”… Pero, no vienen, no quieren venir, no podrán venir,  porque saben que serán  derrotados…Y serán derrotados, porque ni ellos quieren estar con la verdad ni la verdad està con ellos.

En realidad todo para ellos es pánico. Ostentan cuantiosos títulos académicos…pero saben que si los venzo en el debate y triunfa mi tesis callejera sobre “La Inmortalidad de los Engràulidos” (que ellos cubren con una campaña de silencio),  tendrán que regresar a las aulas y estudiar todo de nuevo…, de nada les valdràn sus viejos infolios, tendrán que  comenzar por el comienzo, y eso desde ya se les muestra cuesta pronunciada  porque se sienten viejos…. La vejez les comenzó por el corazón…Lo tienen arrugado, vuelto una pasa, tanto para altos ideales, como para nuevos comienzos…Temen a los cambios porque tienen la vida hecha y les atormenta la idea de las desasosiegos.

De todos modos los esperarè en el Àgora, sòlo por cumplir, sòlo porque amo la verdad, pero sè, estoy seguro de que no vendrán…No quieren…no pueden…No vendrán, y eso es para mì ya es una victoria…
¡!Los Empinados. Jaja…!!

sábado, 13 de febrero de 2016

TONELADAS DE DIÒGENES SINOPEYUS





TONELADAS DE DIÒGENES SINOPEYUS

No sòlo Sòcrates tiene su demonio: también yo tengo el mìo…y nunca me falla. Mis enemigos no saben con quien se meten cuando se meten conmigo…Por eso fracasan y se deshacen sus planes, hundidos en el fango de las  frustraciones…lo que abona e incrementa sus complejos…
Ante la voz de mi demonio, de nada vale la estúpida sabiondez de los mediocres…