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viernes, 30 de septiembre de 2016

FRASES DE DIÓGENES ENVIDIOSOS DEÑ MUNDO





FRASES DE DIÓGENES
ENVIDIOSOS DEÑ MUNDO

¡ENVIDIOSOS DEL MUNDO, UNÍOS Y COLGAOS DE LOS ÁRBOLES MÁS ALTOS...!

jueves, 29 de septiembre de 2016

FRASES DE DIÓGENES ERUCTOS Y REBUZNOS





FRASES DE DIÓGENES
ERUCTOS Y REBUZNOS

La voracidad política estupidiza  tanto a los gobernantes, que los pone a soltar cagajones sin que se den cuenta. Tales son los disparates increíbles que llegan a rebuznar.

lunes, 26 de septiembre de 2016

FRASES DE DIÓGENES LA VERDAD NO SE PUEDE ASESINAR





FRASES DE DIÓGENES
LA VERDAD NO SE PUEDE ASESINAR

Nada impedirá que diga a la Verdad, a cuyo honor estoy dedicado, como Quijote a Dulcinea.

Remito a los amigos lectores a

Y

donde puede leerse el artículo

LA IGNORANCIA CULPABLE Y EL PRINCIPIO  ÉTICO

Gracias.

domingo, 25 de septiembre de 2016

TONELADAS DE DIÓGENES SIEMPRE LOS MISMOS







TONELADAS DE DIÓGENES
SIEMPRE LOS MISMOS

Galileo Galei dijo:
“Esos grandes personajes que se proponen descubrir la verdad no llegan a encontrala nunca. Me ponen enfermo. No llegan a encontrarla porque siempre miran en el lugar equivocado”

Yo, parafraséandolo digo:
“Esos grandes sabiondos, duchos en batirse la lengua para darse aires de importancia en prensa y televisión, y presumir de poseedores de la verdad ( de la verdad repetida, que no es tal), y de la ciencia infusa, no me ponen enfermo: yo los enfermo a ellos, mi existencia los enferma, mi pensamiento los enferma, mis planteamientos los enferman, porque el futuro es mío.
De ellos es sólo el pasado porque el presente les pasa por encima.
Ellos pertenecen al pasado, y pasarán. La verdad los abandona porque deliberadamente miran hacia otro lado, para no verla.

sábado, 24 de septiembre de 2016

TONELADAS DE DIÓGENES QUÉ ESPERAR DE LOS MONOS ARISTÓCRATAS.





TONELADAS DE DIÓGENES
QUÉ ESPERAR DE LOS MONOS ARISTÓCRATAS.

Pero, ¿qué más puede esperarse de los monos sino monadas? Pasan el día saltando de rama en rama, entre gritos, risotadas y estridencias, buscando los lugares más altos del “Árbol de los Males”. Comen tallos y frutillas sin parar, salvo cuando se trata de molestar y ofender a los demás, arrojándoles fecas con las manos, mientras se valen de la cola para aferrarse a las ramas. Por eso tampoco debe extrañarnos que salgan en la prensa o en televisión diciendo pendejadas y soltando por la retropropulsión  frases que suponen  geniales, viniendo, según ellos, de un “Aristócrata”.
Nunca peor mono que los monos engreídos, hipócritas, cínicos y embusteros, todo lo cual, revuelto, no es sino ñoña pura.